Aprendamos de las "malas prácticas"

Estaba leyendo el artículo que salió en el blog Banco Mundial sobre cómo podemos aprender de las peores prácticas de uso de TIC en educación (Worst practice in ICT use in education), en el que se hace una reflexión acerca de cómo podemos aprender de las malas prácticas que otros han sufrido para no cometer los mismos errores, y tal vez resulta más efectivo que aprender de las buenas prácticas.
El listado propuesto es bastante interesante y creo que recoge errores comunes de la implementación de TIC en el ámbito educativo:

1. Dotar de computadores las escuetas con la esperanza de que ocurra magia (Cómo bien lo dice Craig Barrett, presidente de Intel “Los computadores no hacen magia, los docentes sí”)
2. Implementar modelos y prácticas de países industrializados, en países en desarrollo sin tener en cuenta el contexto local
3. Pensar en los contenidos educativos solo después de haber realizado grandes inversiones en infraestructura
4. Asumir que se puede importar contenidos educativos de cualquier parte (sin tener en cuenta la calidad de los mismos ni el contexto cultural)
5. No monitorear, no evaluar
6. Realizar grandes apuestas en tecnologías no probadas (especialmente en las que son basadas en estándares cerrados o propietarios), o en un solo vendedor, sin un plan para evitar el “bloqueo”
7. No pensar (o no reconocer) el costo total requerido para la puesta en marcha, así como los problemas para el funcionamiento.
8. No pensar en las condiciones de inequidad (por ejemplo menospreciar la complejidad de los contextos rurales o de difícil acceso)
9. No formar a los profesores ni a los directivos docentes
10…

Así como lo plantean en el articulo hay muchas más “peores prácticas” que aunque parecieran obvias han ocurrido, siguen ocurriendo, y muy probablemente seguirán ocurriendo. Esto me hace pensar en un artículo que encontré (Profesores del Atlántico celebran final de portal virtual en el que estudiantes se agredían) sobre el cierre de Tutudio.com un sitio web que originalmente se creó con el objetivo de que los estudiantes intercambiaran ideas a través de la red y compartieran conocimiento, pero que se pervirtió en un espacio en el que los estudiantes encontraron la oportunidad para agredirse, generar violencia y realizar burla a sus compañeros y profesores. Obviamente la culpa no podemos descargarla en la red, la tecnología por sí misma no es el problema, el problema está en los usos que hacemos de esta, y habrá que revisar que es lo que está pasando en los colegios y entre los estudiantes para que se generara tal clima de intolerancia. Sin embargo me queda de reflexión para aprender de esta terrible experiencia ver como de una buena idea pueden generarse cosas terribles, pues así como la tecnología facilita el intercambio y los aprendizajes también se nos pueden salir de las manos si no tenemos unas reglas claras de juego.